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Historia de Roma

Para el intrépido turista que desea recorrer esta tierra, primero debe conocer un poco de esta famosa historia, para sentirse seguro y no perderse una parte importante de esta impresionante zona, en Roma.

En los inicios de Roma como su creación, surgen dudas y de ellas relatos míticos, que nunca son desmentidos, y permanecen en el imaginario popular de esta bella ciudad, según estas leyendas marcan el inicio de esta bella historia a partir del año 753 a.C., cuando Rómulo (un hijo del Dios Marte y descendiente del príncipe troyano Eneas), mató a su gemelo Rema y se convirtió en el primer rey de la ciudad.

Estas leyendas nunca se han demostrado, pero Roma las creía ciertas y se enorgullecía de ellas, dejando por ejemplo un símbolo muy importante que se convirtió en estatua, a saber, una loba, que, según la leyenda, es el animal que salvó y amamantó a estas dos criaturas, que luego crecieron y generaron esta historia que es la historia de Roma.

Más tarde, en el trono, al mando de Rómulo, decidió organizar la famosa violación de las sabinas. El segundo rey de Roma, Numa Pompilio (715-673 a.C.), era un sabino considerado justo y devoto de la religión. Una de las tradiciones religiosas que instituyó fue la selección de vírgenes para ser sacerdotisas de la diosa Vesta.

Continuando con esta apasionante historia, nos detenemos en la época del reinado del tercero, más concretamente Tulio Ostilio, (672-641 a.C.), los romanos comenzaron a explorar nuevos territorios, y uno de ellos, cuya conquista era su objetivo era la ciudad de Alba Longa. Los romanos la destruyeron, pensando que era un castigo por la negligencia de los dioses, y nombraron a Anco Marzio su cuarto rey.

Marzio, que gobernó del 640 al 617 a.C., fundó el puerto de Ostia en la desembocadura del Tevere. Los tres últimos reyes de Roma fueron tres ricos etruscos. Lucio Tarquinio Prisco (616-579 a.C.), que había recuperado los pantanos entre las colinas y pavimentado una zona destinada a convertirse en el emplazamiento del mercado (el futuro Foro Romano). Servio Tulio (578-535 a.C.) organizó el ejército romano en grupos de 100 hombres llamados centuriones y parece que construyó nuevas murallas alrededor de la ciudad. El séptimo rey, Lucio Tarquinio el Soberbio, fue expulsado en 510 a.C. después de que su hijo violara cruelmente a Lucrecia, una virtuosa matrona romana y esposa de Collacio. La deposición del último rey etrusco puso fin no sólo a la monarquía como forma de gobierno, sino también a la gran y profunda influencia que los etruscos habían ejercido desde entonces en todos los aspectos de la vida de los primeros romanos.

Durante la República Romana, Roma se convirtió en una gran potencia regional en Italia. La ciudad conquistó muchos territorios circundantes y estableció una serie de colonias para extender su influencia. La República Romana también experimentó conflictos internos, en particular entre los patricios (la élite aristocrática) y los plebeyos (la clase baja), que finalmente condujeron a la ampliación de los derechos políticos y sociales de los plebeyos.

En el siglo I a.C., la República Romana sufrió una serie de guerras civiles, sobre todo entre Julio César, Pompeyo y Craso. César acabó convirtiéndose en dictador de Roma, pero fue asesinado en el 44 a.C.. La República Romana fue sustituida por el Imperio Romano, bajo el liderazgo del emperador Augusto.

Bajo el Imperio Romano, Roma se convirtió en la ciudad más grande del mundo antiguo, con una población de más de un millón de habitantes. Los emperadores construyeron numerosos edificios públicos, templos, anfiteatros y acueductos para satisfacer las necesidades de la creciente ciudad. El Imperio Romano también extendió su influencia por toda la cuenca mediterránea, conquistando vastos territorios en Europa, el norte de África y Oriente Próximo.

A lo largo de los siglos, el Imperio Romano sufrió altibajos, con periodos de prosperidad y paz, seguidos de periodos de decadencia y guerra. En el siglo IV d.C., el Imperio Romano se dividió en dos: el Imperio Romano de Occidente y el Imperio Romano de Oriente. El Imperio Romano de Occidente sucumbió a las invasiones bárbaras y cayó en el 476 d.C., mientras que el Imperio Romano de Oriente sobrevivió durante casi mil años como Imperio Bizantino.

Tras el colapso del Imperio Romano de Occidente en 476 d.C., Roma cayó en manos de los ostrogodos, un pueblo germánico, en 493. Durante este periodo, Roma se convirtió en la capital del Imperio Romano de Occidente. Durante este periodo, Roma se convirtió en la capital del Reino ostrogodo de Italia, que duró hasta 553, cuando el emperador bizantino Justiniano conquistó Roma y la añadió a su Imperio.

Roma se convirtió en una importante ciudad del Imperio Bizantino, y varios edificios, como la Basílica de San Pedro, se construyeron bajo la dirección de los emperadores bizantinos. En el siglo VIII, los lombardos, otro pueblo germánico, conquistaron Roma y crearon su propio reino. Sin embargo, en el año 800, Carlomagno conquistó Roma y fue coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico por el papa León III.

Durante la Edad Media, Roma permaneció bajo el control de diversas potencias, entre ellas los normandos, los condes de Tusculum y el propio Papado, que se convirtió en un importante poder político en Italia. En 1309, el Papa Clemente V trasladó la sede papal a Aviñón, Francia, pero en 1377, el Papa Gregorio XI regresó a Roma, restableciendo el poder papal en la ciudad.

En los siglos siguientes, Roma se convirtió en el centro del Renacimiento italiano, con una gran actividad artística e intelectual en la ciudad. Los papas construyeron numerosos edificios y monumentos, como la Capilla Sixtina y la Fontana di Trevi. Sin embargo, la ciudad también vivió periodos de conflicto y destrucción, sobre todo durante las guerras italianas y los saqueos de los ejércitos francés y español.

En 1870, Roma se convirtió finalmente en la capital del nuevo Reino de Italia, poniendo fin a casi mil años de dominio papal sobre la ciudad. Desde entonces, Roma se ha convertido en una ciudad importante dentro de la República Italiana, albergando numerosas e importantes instituciones políticas y culturales. La ciudad también se ha convertido en un importante destino turístico, que atrae a millones de visitantes cada año para descubrir su rico patrimonio histórico y cultural.